Aprendiendo el lenguaje de Dios.
Moisés hace una pregunta a Dios:
"Supongamos que voy a los israelitas y les digo:
" El Dios de vuestros padres me ha enviado a ustedes ",
"¿Cómo se llama? ". Entonces, ¿qué les diré?"
Conocer por experiencia...
Cuando Helen Keller tenía diecinueve meses, contrajo una enfermedad que la dejó ciega y sorda de por vida.
Su mundo era un lugar oscuro y aterrador.
Pero cuando Helen tenía solo 6 años conoció a la maestra Sullivan solo de 20 años, nada fue fácil al principio.
La estudiante a menudo atacaba físicamente a otros, incluida su maestra.
"Sabemos que, cuando las cosas no le salían bien a Helen, tiraba cosas, golpeaba a la gente"
"No tenía forma de decir 'Quiero chocolate caliente, en lugar de té' o 'No quiero hacer esta actividad'.
Cómo aprendió Helen Keller a comunicarse
Sullivan , estudiante de primer año en la escuela Perkins, fue enviada a la casa de Helen en Alabama por el director de la escuela.
Después de ganarse pacientemente la confianza de Helen, Sullivan comenzó la educación de Helen utilizando técnicas practicadas décadas antes por Samuel Gridley Howe, el primer director de una escuela de este tipo del área de Boston.
Howe enseñó inglés a una joven sordociega, Laura Bridgman , etiquetando objetos con letras en relieve, finalmente mezclando estas letras y haciendo que Bridgman las reorganizara para deletrear el nombre del objeto.
Un nuevo lenguaje para Helen...
… Sullivan " deletreaba " en la mano de Helen el nombre de objetos separados.
No fue hasta que, como es sabido, la maestra deletreó "agua" en la mano de Helen, mientras le pasaba agua por la mano, que se estableció la conexión entre letras, palabras y objetos, y se reveló la idea del lenguaje.
Spoiler alert!!!! escena de la película (La peli, está completa al final de la página)
Desde esa experiencia fundamental, Helen Keller entró en el maravilloso mundo de las palabras y los nombres, y transformó su vida.
Una vez que Helen se acostumbró a este nuevo sistema de comunicación, sus padres hicieron los arreglos para que ella recibiera instrucción religiosa del eminente clérigo de Boston Phillips Brooks.
Un día, durante su lección, Helen le dijo a Brooks estas notables palabras:
"Sabía de Dios antes de que me lo dijeras, pero no sabía su nombre".
¿Cómo les digo que es tu nombre?
En muchas ocasiones me encuentro como Helen sordo y ciego al mundo de SUS palabras o quizás aturdido con las definiciones, teologías y doctrinas etc.
Por eso no es de ignorar la pregunta de Moisés que le dijo , ¿quién me envía?, ¿cuál es su nombre/carácter? ¿qué les digo?
Como Helen, sería genial conocer a El-Padre, a El-Hijo y a El-Espíritu-Santo por La-Experiencia de Las-Palabras, mas que por el conocimiento intelectual de definiciones, comentarios y tradiciones de otros hombres, que uno no niega que hayan tenido la experiencia pero...
¿Qué de NUESTRA experiencia de SUS-Palabras?
Para empezar, conocer a Dios personalmente es la única forma en que los pecadores podemos ser salvos.
Jesús dijo:
1:Ginosko=conocer por experiencia íntima, ej: Adán conoció a Eva y tuvo a Caín(Gen 4:1), María no había conocido varón (Lucas 1:26-34)
Después de curar a un mendigo ciego, Jesús más tarde lo buscó y lo encontró en el templo, y tuvo lugar la siguiente conversación:
- “¿Crees en el Hijo del hombre?” Preguntó Jesús.
- El hombre dijo: "¿Quién es él, señor? Dímelo para que pueda creer en él.
- Jesús respondió: “Ahora lo has visto; de hecho, él es quien habla contigo.
- El hombre dijo: "Señor, creo", y cayó de rodillas ante Jesús (Juan 9: 35-38).
No solo se le dio al mendigo visión física, sino que también se le abrieron los ojos espirituales (Ef. 1:18) y recibió la vida eterna.
Su primera respuesta fue adorar a Jesús públicamente donde todos pudieran verlo.
La conclusión es obvia: cuanto mejor conozcamos a El-Señor, más lo amaremos, y cuanto más lo amemos, más lo adoraremos y cuanto mas lo conozcamos... la obediencia no será algo que tenga que meditar, si lo hago o no, será la consecuencia de caminar con Él y querer estar con Él, en donde Él quiera que esté...
Como resultado, nos volveremos más como Él y experimentaremos lo que el apóstol Pedro llamó...
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